Dando rienda suelta

dando rienda suelta
a la poesía destructiva
que para el acto de construir
suficiente tenemos con la vida

Todo es perecedero

Todo es perecedero,
todo...
menos el recuerdo
y el amor que vive en él

perfumes imaginarios

El amor, abuela buena,
es recuerdos almacenados
dulcemente destilados.

Quisiera guardarlos
en tarritos de cristal,
quisiera materializar
hacer real la esencia
y en esos momentos de miedo
quisiera hacer uso de ella.

Qué bueno hubiera sido
tener una fragancia de tu paz!
dulce y siempre abuela buena,
fragante tranquilidad!

siento haber tardado

ay... campanera brumosa

me pides una poesía
y me la regalas voluptuosa

sobran palabras
sobran miradas
(perdona lo tome prestada)

a veces llorar es necesario
no te preocupes, no temas
suficiente si me tomas la mano

amiga eterna, hermana
la lucha con el tiempo
de nosotras depende
por los robados momentos

fuertes somos, siempre
como las raíces del árbol
sigamos con esmero
nuestras manos enarbolando

campanera brumosa
compañera del alma
por el mismo camino
seamos, cual libélula, aladas

a guio

Mi libreta

Mi libreta está llena

de música
poesía
recetas
y citas

dulce y privada
macedonia servida
nunca se prueba completa
mi libreta tiene fruta prohibida

confesiones

No es triste que nos una
(entre otras cosas) la tristeza
nos queremos, nos conocemos
y en nuestras dificultades
nos comprendemos

somos hermosos
y a pesar de los baches
en nuestra mirada
nuestro vínculo

sois como hermanos
y en nuestro silencio transparente
nos aceptamos

en mi corazón os llevo
no hay secretos hablados


:)

A Tony y Gon

Esta fue la última poesía

perdona te pregone
a los cuatro vientos
- o a los cuatro lectores,
que es lo que tengo-
pero me llamaste guapa
me digiste eres preciosa,
y a la luz de la vela
me brotó la lágrima

perdona me sincere,
me es inevitable...
es que todavía el cuerpo me arde
del hielo abrasador de tu piel

perdona te hable
soy poesía...
y un adiós con miel

Absurdos III

Si fumar mata
por qué se vende tabaco?

es tan evidente la respuesta
que nadie la contesta

pero corremos el peligro
de no plantearla

Martes con mi viejo profesor, Mitch Albom

(...) Así pues, el televisor era el mismo, de modelo antiguo, el coche que llevaba Charlotte era el mismo, de modelo antiguo, la vajilla, los cubiertos y las toaallas eran todas las mismas. Sin embargo, la casa había cambiado drásticamente. Se había llenado de amor, de enseñanzas y de comunicación. Se había llenado de amistad, de familia, de sinceridad y de lágrimas. Se había llenado de compañeros, de alumnos, de maestros de meditación, de fisioterapeutas, de enfermeras y coros a capella. Se había convertido , de una manera muy real, en una casa rica, aunque la cuenta corriente de Morrie se estuviera agotando rápidamente. (...)