domingo, 8 de noviembre de 2009

Interlunio, M.ª Rosa Puchol Pérez

Todo envejece, prematuramente,
si tú no estás.
Si la música ya no es el aire
disipando tus labios,
poderoso talismán
que ocultas el fuego de la noche,
la intermitencia del vacío.
Y, sin embargo,
no he de temer nada
sino tu desnudez infinita,
enigma trabado en redes inconfesables.
Dilación del tiempo,
que resbalas reflectante,
como huella abierta al porvenir.
Tras los agujeros negros de la memoria
una lejana inquietud me golpea
con fuerza, contra las rocas:
son tus palabras diluyéndose en el mar.

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